Editorial

Número dedicado al Lokomotiv de Moscú. In memoriam.

O´ Barbarie pretende ser honesto y agradable para todo el que lo coja en su tienda o bar de referencia. Un fanzine de toda la vida con grapas, críticas chungas y ese tipo de cosas. También somos contradictorios, somos pretenciosos. Amamos la serie B, la A y hasta la Z, y hay entre nosotros alguien que ajustará las cuentas con los listillos. Por encima de todo, O’Barbarie ama la cultura popular, somos unos neurocirujanos que diseccionamos el último reducto de música sincera, la cual agoniza. Nos gusta el punk, el metal, el pop, el rock and roll, la música disco, la bossa-nova, el reggae y el pasodoble torero a partes iguales, pero siempre que haya un concepto, una idea, ese rock and roll radio del que hablaban los Ramones. En este primer número recogemos las novedades más granado del punk patrio actual: Novedades Carminha, Airbag y Suzy & Los Quattro. Aunque, reducirlos a punk no es junto, también power-pop, garaje, surf y todo lo que quieras hacen estos tres geniales grupos españoles. Hablando de músicas urbanas, llegamos hasta Kiko Amat, uno de los escritores jóvenes de moda y viviseccionamos con el bisturí su segunda novela. Además, hablaremos del nu-metal y su significación en la historia de la música.

Agradecemos todo aquello que nos motiva a sacar este primer número histórico. Quién sabe, querido lector, si será el último, si eres la afortunada o el afortunado que estás leyendo un fanzine de coleccionista. Quién sabe si se harán realidad los agüeros que dicen que el próximo número saldrá antes de navidad. También quisiéramos agradecer a ese fútbol de otrora, de hombres con bigote y pelos largos, de jugadores míticos. Por último, no nos vamos sin darle las gracias a los que más no inspira en este mundo, aparte de las mujeres y las tiendas de cómics, que eso ya se sobreentiende: los bares. Esos donde un simpático camarero te tiende tu burguerqueso con un simple “ahí tienes, compi” o tu jamón con salmorejo, o esos sitios exquisitos con la Franziskaner barata, o esos bares rusos o irlandeses…

En fin, querido lector, no nos andamos más por las ramas. Gracias por prestarnos estos minutos.